Una cosa está clara, Luna Nueva es, sin lugar a dudas, una de las películas más esperadas de este año. La segunda parte de la saga Crepúsculo llegó este jueves a las salas mexicanas y su estreno estuvo acompañado de cientos de colas de fans enloquecidas por los vampiros y lobos adolescentes. Eso sí, ¿va acompañada la cantidad de fans con la calidad de las películas? De este fenómeno se podría hablar largo y tendido.
Luna Nueva, dirigida por el estadounidense Chris Weitz y adaptada de la novela de idéntico nombre, está, técnicamente, a años luz de la primera parte de la saga (algo que era de esperar teniendo en cuenta sus casi 400 millones de espectadores). Sin embargo, a pesar de su aventajada técnica, el argumento sigue siendo muy pobre y mantiene los fallos de su predecesora. Aquí lo interesante es señalar que los errores de ambas historias parten de la novela, que carece de innovaciones narrativas .
La película comienza totalmente focalizada en la relación entre Bella y Edward, con un simil a la obra "Romeo y Julieta", obra en la que claramente está inspirada la relación de los jóvenes protagonistas. Edward Cullen (Robert Pattinson) decide abandonar a Bella Swan (Kristen Stewart) para mantenerla alejada de los peligros del mundo vampírico. Con la ayuda de Jacob Black (Taylor Lautner), su amigo de la infancia y miembro de la misteriosa tribu quileute, Bella intentará superar el abandono de Edward.
A partir de aquí todo lo que se nos ofrece es una repetición de la primera parte, cuya única diferencia es la presencia de los hombres lobo sustituyendo a los vampiros. Nos encontramos ante una casi calcada repetición de escenas en las que Jacob Black pasa por las mismas fases por las que pasó Edward Cullen cuando se enamoró de Bella, tratando de alejarla de él por miedo a herirla pero acabando por atraerla más aun a su entorno.
En cuanto a su elenco principal, los mundialmente famosos Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner, destacando la presencia casi protagonista del hombre lobo ante la prácticamente nula aparición del vampiro. Sobre sus capacidades artísticas no hay mucho que decir: ninguno destaca por estos dotes, sin embargo, sí han sabido destacar el nuevo físico que luce el hombre lobo en plena pubertad, y se ha querido aprovechar esta atracción de cara al público más hormonado (podrían contarse con los dedos las escenas en las que Jacob Black aparece con la camiseta puesta).
"Luna nueva" incorpora cambios sustanciales respecto a su primera parte: cambio en la dirección, una fotografía diferente (como ya intuimos en la portada),un score mesurado por parte del gran Alexandre Desplat, incorporación de nuevos personajes a la trama y unos efectos especiales más destacables (aunque, por suerte, no llegan a comerse la película ya que no se abusa de los mismos).
El principal defecto de esta entrega es la falta de ritmo en múltiples momentos y que se va haciendo más evidente conforme avanza la historia, lo que no ayuda, precisamente, a hacer llevaderas sus más de dos horas de metraje. Rematamos con ese seco final, muy decepcionante y orientado a que nadie se pierda la tercera parte de la saga, "Eclipse", que ya se encuentra completamente rodada, por lo que no tardará mucho en volver a reventar taquillas.
Estamos, por lo tanto, ante una película técnicamente muy aceptable, pero con un argumento muy pobre y, de cara al espectador que no ha leído los libros, un factor sorpresa prácticamente nulo, pudiendo adivinar en todo momento por dónde van a ir los tiros. Sin embargo, puedo asegurar, sin equivocarme, que será un exitazo de taquilla y que hará las delicias de cientos de miles de fans de esta historia de amor en todo el mundo.
Al grano: La producción se empeñó en mejorar los desastres de la primera parte, sin embargo, el problema de historia sosa, viene del libro.
* * * / 5