¿De qué trata?: Los Foster tienen por costumbre salir una noche a la semana, para reavivar la chispa de sus antiguas citas, y esa noche “especial” acuden siempre a la taberna Teaneck de la localidad. La conversación que entre ambos se suscita va derivando rápidamente de la charla trivial al rutinario y tedioso diálogo que suelen mantener a la hora de la cena en su propio hogar. Agotados por el trabajo y los hijos, sus citas “especiales” raras veces tienen éxito –o algún tipo de acción– y, mucho menos, romance. Después de saber que dos de sus mejores amigos –otro matrimonio con hijos– se van a separar tras una vida similar a la suya, Phil (Steve Carell) y Claire (Tina Fey) empiezan a temer lo que les aguarda: una escenario de anodina indiferencia y la consiguiente separación. En un intento de escapar del piloto automático en su salida semanal, y con la esperanza de darle a sus vidas un mayor aliciente, Phil decide alterar el plan habitual y sorprender a Claire: llevándola a un flamante y muy popular restaurante de Manhattan. Sin embargo, no han hecho reserva. Deseosos de sentarse a la mesa antes de las doce de la noche, los Foster se hacen pasar por una pareja que tenía reserva y que no se ha presentado. ¿Qué daño podía haber en ello? Phil y Claire ahora son los Tripplehorn. Sin embargo, resulta que los verdaderos Tripplehorn son una pareja de ladrones que han robado a una gente muy peligrosa y que han sido atrapados por dos policías corruptos. Obligados a cenar apresuradamente, antes de acabar su risotto, Phil y Claire se dan cuenta enseguida de que su simulacro de cita conyugal les ha salido singularmente mal, ya que se ven envueltos en una vorágine de violentas y peligrosas aventuras para salvar sus vidas… y su matrimonio.
He aquí a una pareja de actores de comedia aclamados a nivel mundial. He aquí la clásica comedia romántica familiar sin nada nuevo. Es digno de halago la capacidad de Tina Fey y de Steve Carell de interpretar siempre los mismos personajes pero seguir siendo graciosos y entretenidos sin caer en la pesadez.
La historia no es nada del otro mundo, pero es un buen medio para provocar muchas situaciones realmente graciosas donde es muy difícil no reírte. Hay algunas escenas/diálogos que son especialmente hilarantes. Yo la vi en una sala repleta de gente y no pararon de sonar carcajadas generalizadas durante toda la película.
Por otro lado, el ritmo de la película es muy vivo y las situaciones se suceden rápidamente sin dar descanso, a pesar de que en algunos momentos aparecen algunos diálogos largos entre los protas que se alargan demasiado para mi gusto.
Tenemos también unos secundarios de lujo: Mark Wahlberg, con un papel, perdón por la expresión, de macho bólido. Pero que le sienta muy bien. Y te hace reír. James Franco maldiciendo hasta el hartazgo y aunque aparece poco, fue un gran momento de la película. Taraji P. Henson está un poco deslucida ya que no sólo la atención esta siempre puesta en sus protagonistas, sino que su personaje no tiene muchas apariciones. Igual cumple como se debe. Y hasta la aparición de Mark Ruffalo no me la esperaba!
Al grano: Pelìcula palomera sostenida por el talento de los dos mejores cómicos que están en la actualidad: Tina Fey y Steve Carrell
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