Enloqueciendo por “Black Swan” (El Cisne Negro)

black_swan-2Black_Swan_01  ¿Se puede dividir el alma humana? ¿Se logra ser lo inocente y lo astuto al mismo tiempo? ¿Se es capaz de ser el cisne blanco y negro? ¿De alcanzar la perfección sin importar perder la cordura y el alma? En vista de las críticas es necesario volver al origen de la obra. ¿No es acaso pretendidamente el ridículo el ballet y capaz de emocionar? ¿No tanteaba muchas veces Hitchcock con lo burlesco para sugerirnos que el suspense se sustenta en lo inexplicable y lo imprevisible? De eso va más o menos la nueva joyita que nos acaba de regalar Darren Aronofsky.

Aronofsky sigue madurando como realizador y guionista. Y "Black Swan" es la prueba más evidente de que es uno de los narradores más interesantes, e importantes, del cine norteamericano actual. Es capaz de levantar una película con un argumento casi anecdótico (una joven bailarina que aspira a ser la protagonista de ‘El lago de los cisnes’) y transformarla en un orgasmo cinematográfico que se alarga durante más de cien minutos de puro gozo. Nos mete en la cabeza de su protagonista (una superlativa Natalie Portman, en su mejor papel hasta la fecha) acariciando a su personaje con movimientos de cámara que varían en base a su estado de ánimo: más bruscos cuando se palpa en nerviosismo, planos fijos cuando hay calma. La cámara en mano funciona a las mil maravillas en las coreografías de ballet, rodadas en su mayoría en una sola toma, excepto en la representación final.

black-swan-foto4

Es cierto que tal como nos muestra la película la perfección no sólo es control sino muchas veces liberación y desinhibición. No entiendo, por lo tanto, por qué se critican los excesos en la recta final a Aronofsky cuando simplemente se limita a predicar con su ejemplo. ¿Fingir o dejarse llevar? Está claro que el director de “Réquiem por un sueño” quiere poner un excelso de excesos digitales justificados por el propio guión, que convierten al propio espectador en víctima de la paranoia y alucinaciones de la protagonista. Algunos criticarán otros, donde me incluyo, dirán que se trata de mera y genial consecuencia, de un cine al límite de todas las posibilidades.

Si bien es de ley mecionar que Natalie Portman deja la piel, tampoco puede negarse que los secundarios no son menos: Mila Kunis enamora a cámara, Vincent Cassel está genial, Barbara Hershey y Winona Ryder, con sus escasos minutos en pantalla, también demuestran sus tablas. La banda sonora de Clint Mansell es exquisita, así como el sobresaliente trabajo del sonido, que hace que las escenas funcionen casi a modo de coreografías completas, como set-pieces rítmicas. La fotografía de Matthew Libatique ayuda a crear una ambientación malsana, opresiva, algo que no se veía en una pantalla grande desde el Lynch de "Mulholland Drive" (2001).

blackSwan-Natalie

De acuerdo, nos conocemos la historia, sabemos todo aquello que nos va a mostrar y el poder, sobre sorpresas en el libreto, aparentemente es mínimo… Entonces, ¿qué ha visto una gran mayoría de espectadores que hemos quedados prendados por “El cisne negro”? una película sencilla basada en el cromático vestuario, juegos malabares con efectos de sonido y acrobáticos espejos Darren Aronofsky parece recrear la perdida en sí misma de la protagonista. Ser perfecta no se trata de control sino dejarlo de lado.

3Estrellas-tealstar-thumb 3Estrellas-tealstar-thumb 3Estrellas-tealstar-thumb 3Estrellas-tealstar-thumb 3Estrellas-tealstar-thumb  / 5

El casamiento de Raquel

El casamiento de Raquel, Rachel Getting Married, Jonathan Demme, 2008

El casamiento de Raquel, Rachel Getting Married, Jonathan Demme, 2008

¿De qué trata?: Kym (Anne Hathaway), una ex-modelo que se ha pasado los últimos 10 años entrando y saliendo de centros de rehabilitación, regresa a casa durante un fin de semana para la boda de su hermana Rachel (Rosemarie DeWitt). A pesar de su juventud, Kym tiene un largo historial de crisis personales, conflictos familiares y estancias en clínicas para rehabilitarse. La boda de Rachel se presenta como la ocasión perfecta para volver a la casa familiar de los Buchman, y limar así las asperezas del pasado. Sin embargo, lo que prometía ser un fin de semana festivo junto a los parientes y amigos de los novios, se complica cuando salen a relucir viejas tensiones. Kym, con su mordacidad habitual, contribuye a ello, formando un retrato familiar algo extraño.

Que buen drama, tan sencillo, tan complejo, tan bien llevado. Yo siempre me he quejado de las películas que abusan de la cámara en mano pero esta cinta es tan necesario para adentrarnos en la mente de Kym, como se desarrolla su vida en familia. A pesar que sólo los verá en ese festejo, su llegada provoca que los rencores salgan a flote. Jonathan Demme ha demostrado muchas veces su calidad como director y vicionario, esta vez dirige de una forma artesanal. Como si construyera un pequeño regalo y descubrimos poco a poco su gran valor.

Anne Hathaway, Debra Winger y Rosemarie DeWitt, grandes actuaciones.

Anne Hathaway, Debra Winger y Rosemarie DeWitt, grandes actuaciones.

Puede que el metraje es excesivo, que algunas escenas son intrascendentes y se prolongan hasta la extenuación, que la música constante aburre, que la cámara subjetiva marea al espectador, tal vez que Rachel sea demasiado severa con su frágil hermana y que su historia de amor algo inverosímil; pero, la verdad es que la película mantiene siempre sus constantes vitales y tiene momentos en que te encoge el corazón y te hace lagrimar.

Al grano: Pequeña gran película que destaca el talento de Anne Hathaway en plenitud.

* * * * / 5

let’s talk about sex…. Kinsey

Kinsey, El Científico del sexo, Kinsey, Bill Condon, 2004

Kinsey, El Científico del sexo, Kinsey, Bill Condon, 2004

¿De qué trata?: Alfred Kinsey(Liam Neeson) fue un hombre que, en 1948, cambió la cultura Americana creando una gran sensación con su libro «El comportamiento sexual en hombres varones». Con él consiguió que cientos de personas se preguntaran sobre los aspectos más íntimos de sus vidas, aumentando la duda y la vergüenza en una sociedad donde el sexo era algo prohibido. Su trabajo se convirtió en uno de los debates más intensos del siglo pasado. Esta es su historia.

Alfred Kinsey (1894 - 1956)

Alfred Kinsey (1894 - 1956)

Alfred Kinsey, A partir de unas 18.000 entrevistas personales, publica dos obras: «El comportamiento sexual en el hombre» (1948) y «El comportamiento sexual en la mujer» (1953). La primera dio lugar a reacciones de protesta y la segunda provocó escándalo y denuncias de corrupción de las costumbres. Las dos obras, entre otras muchas cosas, establecen los porcentajes de personas que practican relaciones extramatrimoniales, prematrimoniales, homosexuales, orales, etc. Afirmó que la masturbación no es causa de ceguera ni es una perversión, que la homosexualidad no es una enfermedad. No habló de conductas normales/anormales, sino de conductas frecuentes/no frecuentes. Habló del imperativo de la sexualidad biológica, de la singularidad sexual de cada persona y de las consecuencias observadas de la represión sexual.

La acción tiene lugar entre los primeros años del XX y los 50. Kinsey, que nace en 1894 y fallece en 1956, estudia en New Jersey, Maine y Harvard. Ejerce el magisterio en la Universidad de Indiana. Especializado en entomología, realiza un estudio exhaustivo y modélico sobre la avispa de agalla. A partir de 1938 dirige una amplia investigación sobre la conducta sexual de los seres humanos. Estudios posteriores no han contradicho las tesis de Kinsey, aunque las han matizado y mejorado. La película muestra el error de Kinsey al establecer en la comunidad de investigadores la utopía de las relaciones sexuales libres, múltiples y cruzadas. Reconoció las limitaciones de su investigación, que no explica los arcanos del amor. Es reconocido, con elogios de unos y críticas de otros, como el desencadenante de la revolución sexual americana y europea de los 60.

Interesante actuación de Liam Neeson

Interesante actuación de Liam Neeson

La música incluye una partitura original que resalta el espíritu tranquilo y fuerte de Kinsey. La fotografía hace uso frecuencte de colores matizados, incluye escenas de juventud en b/n y exalta la luz sombría del bosque. El guión glosa la figura de Kinsey con objetividad y sin apologías. Las escasas referencias temporales pretenden destacar la actualidad de la obra. Las interpretaciones de Neeson, como protagonista, y Laura Linney, como la esposa enamorada (Clara Bracken McMillen) son excelentes. La dirección construye una narración bien documentada, de gran interés.

Al grano: Biopic de un personaje clave de la historia contemporánea. Controvertido y difamadado, ha contribuído a la liberación y normalización de la vida de muchos, especialmente personas reprimidas, marginadas y proscritas.

* * * * / 5

Changeling…. El sustituto

El sustituto, Changeling, Clint Eastwood 2008.

El sustituto, Changeling, Clint Eastwood 2008.

¿De qué trata?: Los Angeles, año 1928. Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre soltera de los suburbios cuyo hijo desaparece sin dejar rastro. Meses después la policía dice haberlo encontrado, pero nada más verlo asegura que ese chico no es su hijo. A pesar de estar segura de ello, y en medio de la confusión, Christine se lleva a casa al niño, pero insiste en que se continue la búsqueda de su verdadero hijo. Tachada de loca e incapacitada por la policía, por fin encuentra un aliado en el reverendo Briegleb (John Malkovich), que la ayudará en su lucha contra la mentira del «sustituto»…

«El sustituto» es un espectacular drama de época que retrata los años 20 y 30 de forma ejemplar, que radiografía la sociedad de la época mientras narra una historia real que se centra en una mujer, Christine Collins, desesperada por encontrar a su hijo desaparecido. Y cuando la policía dice encontrarlo y se lo entrega, ella poco a poco va sospechando que, sin embargo, no es él, iniciándose un juego en el que el espectador se ve arrastrado sin remedio.

¿Cómo afronta el señor Clint Eastwood esta historia? Pues de forma seria, formal, sin exagerar los gestos, sin engrandecer un relato de forma artificial. En un apasionante ejercicio de intriga en el que cada cosa tiene su razón de ser y cada personaje funciona en un perfecto engranaje, dando lugar a una película dura, atrevida y con alma. Las interpretaciones tienen parte de culpa de la grandeza del film, comenzando por una Angelina Jolie irreconocible, entregando uno de los mejores papeles femeninos del año y siguiendo con una contenida interpretación de Malkovich, un curioso papel secundario de Amy Ryan y una portentosa representación de la locura -casi autista- de mano de Jason Butler Harner.

Una irreconocible Angelina Jolie

Una irreconocible Angelina Jolie

«El sustituto» es un ejemplo de cómo un director clásico puede convivir en nuestros días sin caer en las nimiedades y la simplicidad de buena parte del cine reciente. Eastwood coge unos personajes, los moldea, les da vida y finalmente los pone en pantalla creando una historia, una película completa. Dos horas y media de cine del grande, que además se pasa volando gracias a sus múltiples virtudes. Su duración puede parecer exagerada pero durante la proyección estás tan metido en la historia que no notarás el paso del tiempo y aunque a ratos busque la «lágrima fácil»,  Clint sabe encauzarnos en todo momento hacia un buen desarrollo emotivo y real.

Al grano: Elegante y contundente drama de esos que te dejan sin palabras que decir después de veerlo. Es grato ver a Angelina Jolie en un personaje que realmente le exige mucha capacidad histriónica.

* * * * / 5

Doubt / La duda

Doubt, John Patrick Shanley 2008

Doubt, John Patrick Shanley 2008

¿De qué trata?: Es 1964, parroquia de San Nicolás en el Bronx. Un vibrante y carismático sacerdote, el padre Flynn (Philip Seymour Hoffman) está tratando de cambiar las estrictas normas del colegio, que durante años han sido fieramente salvaguardadas por la hermana Aloysius Beauvier (Meryl Streep), una directora con mano de hierro que cree firmemente en el poder de la disciplina. Vientos de cambio político están barriendo la comunidad, y de hecho el colegio ha aceptado a su primer alumno negro, Donald Miller. Pero cuando la hermana James (Amy Adams), una pobre inocente, le comenta a la hermana Aloysius sus sospechas de que el padre Flynn presta «demasiada atención» a Donald, la superiora comienza una cruzada personal para sacar a la luz la verdad y expulsar a Flynn del colegio por abusar del alumno. Sin una sola prueba aparte de su convicción moral, la hermana Aloysius comienza una batalla con el padre Flynn, que amenaza con desgarrar la comunidad con consecuencias irrevocables. Basada en una obra ganadora del Premio Pulitzter y de un Premio Toni en su adaptación teatral.

Meryl Streep, haciendo una interpretación muy bien lograda

Meryl Streep, haciendo una interpretación muy bien lograda

Un año después del asesinato de JFK, una escuela católica de los EEUU se debate entre el tradicionalismo docente de su directora, interpretada por la veterana Meryl Streep, y el aperturismo humanista del párroco del colegio, personaje a quien da vida Philip Seymour Hoffman. Entre ambos hallamos ejerciendo de unión a la hermana James, una joven monja, profesora del colegio, cuyas dudas a la hora de tomar partido por uno u otro bando serán plenamente compartidas por el espectador.

Galardonada con los premios Pulitzer y Tony, “La duda” se trata de una pieza teatral adaptada a la gran pantalla por su propio autor, John Patrick Shanley, director también de la intrascendente Joe contra el volcán (1990). Shanley no sólo se muestra mucho más serio y profundo que en su debut cinematográfico, sino que, lejos de conducir su nuevo film por los fáciles derroteros del maniqueísmo más primario y visceral, mantiene hasta los créditos finales nuestra incerteza acerca de los verdaderos sentimientos y motivaciones de los dos “contendientes”. ¿Es la hermana Aloysius Beauvier una malintencionada mujer interesada en desacreditar al padre Brendan, o bien es la única que ve las secretas e indecentes intenciones que éste tiene sobre un alumno?. Quizá deliberadamente, esta duda irresoluta acabará eclipsando el debate educacional planteado minutos antes y confundirá las verdaderas intenciones del film, haciendo así honor al título de la película y alejándose de otras que, como Priest o Las hermanas de la Magdalena, únicamente pretendían afrentar a la Iglesia católica.

Meryl Streep le da clases de actuación a Amy Adams en pleno Doubt

Meryl Streep le da clases de actuación a Amy Adams en pleno Doubt

Como no podía ser de otra manera, La duda se mueve por unos parámetros bastante teatralizados. Sus acciones, que transcurren en interiores y escenarios limitados visualmente, encuentran en la dialéctica y en los envites verbales su principal dinamizador. Indudablemente, la severa interpretación de Streep y la apaciguada melancolía que casi siempre desprende Seymour Hoffman dotarán a estos diálogos de mayor profundidad y carga dramática. Sin embargo, no nos encontramos ante un mero ejercicio de teatro filmado. John Patrick Shanley acompaña diálogos e interpretaciones con un buen surtido de imágenes simbólicas que de forma bella y constante subrayarán muchos de los sentimientos de sus personajes, confirmándole de paso como un director conocedor del medio, y no como un prestigioso literato que se sitúa detrás de una cámara para adaptarse a sí mismo.

Amy Adams luce temerosa y frágil ante los monstruos que la acompañan

Amy Adams luce temerosa y frágil ante los monstruos que la acompañan

Curiosamente junto con «Revolutionary Road«, esta «Doubt» forma una pareja de ejemplos recientes de premiados dramas que siendo apreciables y contando con muy buen material detrás no acaban de despuntar al terreno de lo perdurable. Uno lamenta que la tensión no estalle con más fuerza, la que sea necesaria al menos para que los mensajes subyacentes de la película lleguen con más garra y le tatuen a uno el corazón con fuego ardiente. Porque siendo ambas tan dadas a la lucidez interpretativa (nominados al Oscar andan los cuatro actores principales de «Doubt»), tan fenomenalmente teatrales uno no alcanza a entender porqué no traspasan más las lineas, porqué el espectador no se queda noqueado en los créditos finales. Y las razones a las que uno puede aferrarse tal vez radiquen en demasiado academicismo, falta de riesgo tanto en realización como en construcción del guión. Y la verdad es que todo esto da que pensar en que estas películas que son interesantes, recomendables y dignas son criticadas porque sus posibilidades son enormes en cuanto que films más limitaditos que sorprendentemente llegan a ser reseñables son destacados como si fueran descubrimientos de culto. «Doubt» sea como fuere, mantiene el suspense hasta el final, tiene a un señor actor Seymour Hoffman que está inmenso y un desenlace cuando menos medianamente inquietante y reflexivo. Tal vez el problema lo tenga quien esto escribe por esperar más pero lo cierto es que esta película podría haber golpeado más fuerte. Siempre me quedará la duda.

Viola Davis, se luce en Doubt

Viola Davis, se luce en Doubt

El drama se centra en varios frentes, ahondando en el enfrentamiento entre una visión retrógrada y severa de la religión, de la moral y de la conducta, y una perspectiva abierta, sustentada en la comunicación, el diálogo y el fluir espontáneo y recíproco del afecto. Por otro lado, también presenta el eterno problema de la intolerancia, del racismo, de las desigualdades y del maltrato tanto físico como psicológico.
El problema que no dejo de percibir en el desarrollo de la película es que, exceptuando algunos pasajes de gran carga reflexiva, crítica y afectiva, el resto lo veo bastante plano, algo insulso y los temas que aborda no son tratados con la suficiente profundidad ni la dedicación que requieren. Al finalizar, me quedé con la sensación de “¿y esto es todo?”

Al grano: Producto vendido con mucha calidad que al final de cuentas te deja un sentimiento de que le falta algo.

* * * / 5

El curioso caso de Benjamin Button

El curioso caso de Benjamin Button (Fincher, 2008)

El curioso caso de Benjamin Button (Fincher, 2008)

¿De qué trata?:

Basada en un relato de F. Scott Fitzgerald, cuenta la historia Benjamin Button (Brad Pitt), un hombre que nace con el cuerpo de una persona de 80 años, tiene cataratas, artrosis y esta lleno de arrugas.

Pero pese a la prediccion del medico no muere, todo lo contrarío, lentamente, a lo largo de los años, rejuvenece para llevar una vida llena de pasion y aventuras que abarca todo el Siglo XX.

La historia se entrelaza con otras, en particular la de su primer amor (Cate Blanchett). Eventualmente se enfrentara a la adolescencia y el miedo de ser un estorbo a sus personas queridas.

Hay películas que te llegan muy profundo de un modo extraño. Al igual que hay canciones que te abruman, paisajes que te deslumbran o personas que te impactan de lleno…

Esta película no me ha parecido que trate acerca de un caso médico extraordinario, curioso o diferente,… Me ha parecido una de las narraciones sobre la vida más completas, hermosas y bien contadas que he visto, leído, escuchado o imaginado.

Con un cierto aire a realismo mágico, Fincher nos envuelve durante casi tres horas en la piel de Benjamin Button y nos muestra la vida tal y como es. Hace ya horas que la vi y cientos de escenas aun surcan mi mente y mi estómago sigue encogido como ocurre cuando algo inesperado te «embiste» por sorpresa. El paso del tiempo, lo efímero de la felicidad, la dualidad realidad-sueño, la brevedad de la existencia, la eternidad del amor… son algunos de los interrogantes que componen la película y son también interrogantes de la vida, del hombre en general.

Las caracterizaciones son más que fascinantes

Las caracterizaciones son más que fascinantes

David Fincher toma una historia fantástica y la traslada a un marco real, le da vida, apoyado por un reparto entregado a la causa, consiguiendo crear el milagro de que todo funcione como el mecanismo de un reloj, sin momentos torpes, sin escenas que sobren, estando todo calculado al máximo para lograr esa «comunión» que mencionaba más arriba. La brillante dirección de Fincher es sólo una de las muchas cosas que elevan Benjamin Button a la categoría que merece, a las que habría que sumarle el diseño artístico, su impecable banda sonora, momentos de asombrosa imaginería visual y una historia que trasciende de su punto de partida: no es sólo la fábula de un niño que nace viejo, ni un romance, ni un drama. Es una historia sobre la vida, sobre las casualidades, sobre la superación personal, sobre la búsqueda de uno mismo, y en definitiva, sobre cómo afrontar nuestra existencia. Fincher nos acostumbro a su particular forma de dirigir, un poco oscura para mi gusto pero igualmente solvente, en Benjamin Button Fincher se calma, con una sobriedad exquisita nos cuenta los hechos, un trabajo que consigue un ritmo impresionante que jamás decae, el publico quedara hipnotizado, embobado con esta producción.

Cate Blanchett y Brad Pitt

Cate Blanchett y Brad Pitt

Actuada con gran destreza, Brad Pitt encarnando a este particular personaje esta perfecto, Cate Blanchett brilla tanto como su personaje “Daisy”, es totalmente impresionante el talento de esta actriz (soberbia), y su conexión con Pitt es muy solvente, desde “Babel” esta pareja dejo mucho que desear en la gran pantalla, Tilda Swinton me parece exquisita en su rol, un papel que le sienta perfecto y aunque su aparición es relativamente corta, esos minutos hacen de ella una de las mejores actrices del momento, pero quien realiza un papel absolutamente admirable es Taraji P. Henson, una perfecta actuación y personificación de este importante personaje, de ella se espera mucho en las próximas premiaciones.

En la pantalla no vemos actores en la piel de personajes, vemos personas. Y por muy increíble que resulte lo que se nos narra, es todo tan veraz como la vida misma, consiguiendo emocionar o divertir según la situación, algo meritorio considerando que es una historia tristísima. «The Curious Case of Benjamin Button» es el sucesor directo de «Big Fish«, una historia envuelta en fábula que transmite algo en cada una de sus secuencias.

Baile a media noche

Baile a media noche

La calidad técnica habla por si misma, la caracterización y las actuaciones creo que también. La dirección es impecable y el metraje quizá un poco excesivo aunque supongo necesario para narrar tal cantidad de cosas. Benjamin Button no equivale a una superproducción de Hollywood, Benjamin Button es algo totalmente diferente, es un diamante precioso que anhela ser visto, tocado y saboreado.

No hay imagen sin carga emotiva

No hay imagen sin carga emotiva

Al grano: Película con fastuosos recursos técnicos y visuales dónde lejos de ser un enorme pastel dulce (Australia) se convierte en un vehículo reflexivo hacia la vida y el tiempo. Y sobre todo, las oportunidades que dejamos en la vida y los efectos de nuestras decisiones cotidianas.

*  *  *  *  1/2 / 5

Australia…

Australia, lo mejor la quimica entre Nicole Kidman y Hugh Jackman

Australia, lo mejor la química entre Nicole Kidman y Hugh Jackman

¿De qué trata?: Lady Sarah Ashley (Nicole Kidman), una aristócrata inglesa, se ha pasado la vida persiguiendo la perfección superficial, pero un matrimonio sin amor y sin hijos le ha privado de cualquier cosa importante que no sea su cuadra de caballos. Convencida de que su marido le es infiel, la empecinada Sarah viaja desde Londres hasta el remoto reducto tropical de Darwin (Australia) para enfrentarse a él. Su reacio guía a través del inmenso e inmisericorde terreno del territorio septentrional es Drover (Hugh Jackman), un ganadero tan tosco y basto como refinada es Sarah. Su profunda antipatía mutua se ve aminorada por la tragedia cuando Sarah, de repente, se halla cuidando a un encantador y joven huérfano llamado Nullah (Brandon Walters), un muchacho mestizo a la deriva en una sociedad segregada que le trata como un paria.

Al igual que «Moulin Rouge«, film con el que el que el director australiano Baz Luhrmann se dio a conocer internacionalmente, su nuevo trabajo hace bandera de la hibridación posmoderna, bebiendo a trago tanto del clasicismo más memorable como de las tendencias estéticas y tecnológicas más innovadoras.

Australia

Australia

No resulta extraño, pues, observar como en esta mastodóntica producción titulada «Australia«, referentes tan añejos y celebrados como el cómico romanticismo de «La Reina de África» (los personajes de Kidman y Jackman son en muchos aspectos análogos a los que en su día interpretaron Humphrey Bogart y Katharine Hepburn en la película de John Huston), la épica ganadera del western (Río rojo, sin ir más lejos) y un sentido homenaje a «El mago de Oz«, se entremezclan con cierta soltura con las imágenes digitalizadas, el humor cafre y el indigenismo de temática aborigen (aquí el referente innegable sería «La última ola» del también australiano Peter Weir).

Drover y Lady Ashley

Drover y Lady Ashley

Captadas estas heterogéneas influencias, «Australia» es una película que como historia de romance y aventuras se disfruta hasta bien pasados sus 100 primeros minutos. A partir de aquí, cuando parece que ya está todo dicho, Luhrmann se saca de la manga 1 hora adicional de metraje en la que el notable relato anterior queda enterrado bajo una lacrimógena “historia de amor en tiempos de guerra” (la II Guerra Mundial, para ser más exactos). Además, esta nueva e innecesaria historia con ínfulas de magnanimidad está aderezada con una forzada voluntad de denuncia (una crítica a la segregación de los nativos australianos) que ya había quedado más que patente desde el principio. Película disfrutable aunque excesiva.

Nicole Kidman con Brandon Walters

Nicole Kidman con Brandon Walters

«Australia» es más o menos lo que me esperaba, una historia de amor y aventuras con una preciosa fotografía y un guión estiradísimo con el único propósito de convertir el film en un clásico inmediato. Baz Luhrmann no conseguirá que «Australia» sea «Lo que el viento se llevó» ni «El Mago de Oz» pero su film tiene bastantes méritos como para considerarla una buena película.

Los cinco primeros minutos son exquisitos. La introducción con Rey Jorge (David Gulpilil) y el pequeño Nullah son sorprendentes y derrochan una calidad técnica extraordinaria. Después vamos a lo peor del film, Nicole Kidman. La protagonista de «Australia» no está muy acertada en su interpretación y sobreactúa demasiado interpretando a la aristócrata inglesa Lady Sarah Ashley. Más tarde se nos presenta la aventura encarnada en la figura de Drover (Hugh Jackman).

Drover

Drover

Drover, salvando las abundantes diferencias, es como el Indiana Jones australiano. Un tipo divertido, simpático y aventurero que da a «Australia» el suficiente entretenimiento para aguantar toda la cinta. El film está lleno de tópicos, pero está tan bien hecho que se pasan por alto. El film también es muy sentimentalista, pero aún a sabiendas de que Baz Luhrmann nos quiere emocionar de la forma más superficial posible, el consigue que te emociones aunque no quieras.

Al grano: Un ambicioso espectáculo de romance, acción, melodrama y denuncia histórica. «Australia» es  exagerada, completamente absurda y terriblemente entretenida.

* * * / 5