Los secretos del poder

Los Secretos del Poder

Los Secretos del Poder, State of Play, Kevin Macdonald, 2009.

¿De qué trata?: Adaptación de la exitosa miniserie de TV británica de la BBC del mismo nombre. congresista y un reportero que se ven envueltos en un caso de brutales asesinatos que, aparentemente, no tienen relación entre sí. Cal McCaffrey (Russell Crowe) es un periodista de Washington DC cuyo olfato le lleva a desenmarañar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y la gran empresa. El congresista Stephen Collins (Ben Affleck) representa el futuro de su partido: debido a su honradez, ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante, y los secretos se escapan de su escondite. McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins, y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de otra reportera, Della Frye (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación. En una ciudad de relaciones públicas, asesores y ricos políticos, aprenderá una verdad innegable: cuando miles de millones están en juego, la integridad, el amor y la vida de cualquiera están en peligro.

Muy buen thriller político.

Muy buen thriller político.

En el juego de ajedrez de la política, existe una constante manipulación entre dos equipos dignos de respeto: los políticos que buscan retener sus posiciones de influencia y los reporteros dispuestos a desenmascarar la corrupción que acompaña al poder sin restricciones. Lo que une a los oponentes es que ambos se necesitan. Y el asesinato, ya sea de una vida o del carácter de una persona, es ocasionalmente un medio para alcanzar su fin.  El director de la magnífica El último rey de Escocia, Kevin McDonald, realiza esta magnífica adaptación al cine de la miniserie homónima de la BBC, centrada en el poder, la corrupción y el periodismo. McDonald demuestra un buen dominio de cámara con planos secuenciales y hermosas tomas aéreas, que aseguran una buena factura visual de la película. Pero esto no es lo mejor de esta imponente producción.

Rachel McAdams

Rachel McAdams

De entrada observamos un metraje largo, pero hay que tener en cuenta que había que condensar seis capítulos de un relato político con muchísimas implicaciones (Para ver la ficha de la miniserie dar click aquí). Sin embargo, la habilidad de los guionistas para contar una trama absorbente, sabiendo cómo dosificar el volumen de información para no resultar confusa, además del empleo de un frenético ritmo narrativo y el impecable montaje final de Justine Wright, confieren a la obra el dinamismo suficiente como para que nadie se aburra con su visionado.

Además el filme cuenta con personajes perfectamente definidos y muy bien interpretados, incluso por parte de Ben Affleck, que si bien nunca está a la altura de Russell Crowe, mejora bastante las mediocres interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados. Crowe está perfecto en su rol de periodista de la vieja escuela, alguien que todavía cree que su denostada profesión es algo más que los índices de ventas, mostrándose continuamente en pos de la verdad. Completan el reparto la atractiva Rachel McAdams (Red Eye, The Notebook), el cómico Jason Bateman y tres veteranos que no necesitan presentación: Hellen Mirren, Jeff Daniels y Robin Wright Penn.

El cuarto poder: los medios de comunicación.

El cuarto poder: los medios de comunicación.

Los secretos del poder es una película entretenida y resulta didáctica al mostrarnos la red del poder en Washington y las estrechas y complejas relaciones entre medios de información y la política. Tiene sus puntos débiles en su previsibilidad ( los hechos que se investigan apuntan en su resolución a las «altas esferas»), sus concesiones a la comercialidad ( los protagonistas se ven envueltos en tiroteos y persecuciones un tanto insólitos para un reportero y un político) y, sobre todo, en el carácter de pseudodenuncia muy propio del cine norteamericano, que resulta útil para tranquilizar las conciencias menos torturadas y cuya moraleja siempre parece ser la misma: existen fallos en el sistema, pero no hay que preocuparse porque el propio sistema corrige esos fallos.

Al grano: Bien construido thriller político que se agradece como bocanada de aire fresco entre tanto blockbuster veraniego. A pesar de sus errores se le reconoce la impecable factura con la que está hecha.

* * * * / 5

Caminando sobre el agua – review para PueblaGay.

Caminando sobre el agua, Walk on water (Lalehet al hamayin), Eytan Fox, 2004

Caminando sobre el agua, Walk on water (Lalehet al hamayin), Eytan Fox, 2004

¿De qué trata?: Eyal(Lior Ashkenazi) es un “liquidador” profesional del Mosad, el servicio secreto israelí. Le encargan que localice a Alfred Himmelman(Ernest Lenart), un ex oficial nazi que, al parecer, sigue vivo. Eyal espía a Pia(Caroline Peters), la nieta de Himmelman, que se ha mudado a Israel después de romper con su familia en Alemania. Eyal se hace pasar por guía profesional y aprovecha que Axel(Knut Berger), el hermano de Pia, ha ido a Israel, para enseñarle Jerusalén y las orillas del mar Muerto. Aunque los dos hombres tienen personalidades muy diferentes, Eyal, el tío duro por excelencia, se deja conquistar por las ideas liberales y el inagotable entusiasmo del joven Axel. Una incómoda tensión se instala entre los dos hombres cuando Eyal descubre que Axel es gay. Axel regresa a Alemania, pero el Mosad sospecha que Himmelman podría salir a la luz para asistir a la fiesta de cumpleaños del padre de Pia y Axel. Eyal se marcha a Alemania donde debe ver a Axel para saber más acerca de la familia. Eyal, el asesino profesional, más vulnerable desde la muerte de su ex mujer, deberá descubrir y enfrentarse a algunas verdades sobre sí mismo…

Axel, Pia y Eyal

Axel, Pia y Eyal

Ésta es a tercera película del director Eytan Fox, que nació en EEUU y emigró a Israel con sus padres cuando tenía dos años. Es la primera que llega a nuestro país. Fox es también responsable de Yossi & Jagger y The Bubble

El discurso narrativo de Fox muestra las secuelas del Holocausto que todavía perduran en Alemania e Israel, invoca la necesidad de superar viejos prejuicios anacrónicos y la asunción de la cultura de la comprensión, la tolerancia y el respeto mútuo. También se ocupa, con dolor, del donflicto que enfrenta a judíos y palestinos. Trata, además, de las relaciones entre hombres heterosexuales y homosexuales. La agresión de cuatro «drag queens» agredidos por un grupo neonazi en los pasillos del metro en Berlín mueve a Eyal a intervenir hasta poner en fuga a los agresores. Muchas cosas han cambiado ya en él y muchas pueden y deben cambiar en Alemania, Israel y Palestina.

Dosis de acciòn con un poco de drama reflexivo...

Dosis de acciòn con un poco de drama reflexivo...

La trama oscila entre el thriller, en el que el «cazanazis» (oculto bajo la apariencia de guía turístico) debe averiguar el paradero (si es que vive) del abuelo del joven alemán (que está en Israel, visitando a su hermana Pia, «retirada» voluntariamente en un Kibutz, porque en su día descubrió que su familia le había mentido acerca del pasado), y una especie de «drama costumbrista», en la que la convivencia temporal entre los dos personajes les va a permitir conocerse mutuamente, pulir sus diferencias y salvar ese abismo que parecía infranqueable entre dos personalidades aparentemente incompatibles. Así Fox se permite reflexionar acerca de las diversas visiones sobre la familia, la religión, la cultura, aspectos geopolíticos y psicológicos, como la culpabilidad, la responsabilidad, etc, apostando por una mirada humana sin dejar de ser crítica. Al mismo tiempo se nos brinda la posibilidad de ver bonitas estampas de ese país, como el Mar de Galilea, el Mar Muerto, Jerusalén, etc, todo ello bien aderezado por la excelente banda sonora a cargo de Ivri Lider.

Eytan Fox

Eytan Fox

Caminando sobre el Agua, es un magnifico ejemplo de convivencia entre el judío (obsesionado) y el alemán (avergonzado), dónde cada uno aprende del otro, de su forma de vida, de comprender el pasado, de seguir viviéndolo o tratar de redimirlo. Sin caer en la exageración y el abuso de situaciones de discriminación a lo largo de la película, hacen un trabajo minucioso y destacado de otros de su misma temática. Trata de que los pueblos no se reputen por las acciones de algunos y que los errores del pasado no interfieran con la posibilidad de conocer nuevas convicciones.

Al grano: Interesante mezcla de melodrama clásico e intriga política que explora, con suma sensiblidad, la posibilidad de una auténtica amistad.

* * * * / 5