Drive (Winding Refn, 2011)

Fue en 2011 cuando Nicolas Winding Refn sorprendió a todos con esta película en Cannes. Adaptada de la novela de James Sallis “Drive ” es el cine independiente en su forma más visceral, dura y temperamental.  Ryan Gosling y Carey Mulligan cautivan, en personajes tan bien definidos y estructurados.

Winding Refn construye una película que con el tiempo tendrá el aprecio suficiente para denominarla culto, pues tiene todos los elementos para todo el cinéfilo exigente. Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es stunt de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon (Bryan Cranston), su jefe, que conoce bien su talento al volante, le busca directores de cine y televisión o criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver cambia el día en que conoce a Irene (Carey Mulligan), su guapa vecina que tiene un hijo pequeño y a su marido en la cárcel.

Emulando las películas ochenteras en las que el vemos al protagonista atribulado por sus decisiones Winding Refn construye la fábula de un antihéroe, con tus defectos y virtudes, sus logros y fracasos. La estética, edición y fotografía completamente cuidadas y estudiadas para un impacto pleno, visual. La banda sonora de Cliff Martinez lo colocan como un compositor relevante y actual. “Drive” no es únicamente una exquisita cinta de acción, tensión y thriller.

La violencia responde no sólo a una serie de acciones sino a una dependencia, la adrenalina se convierte en un motivante y el personaje representado por Gosling lo ilustra con miradas, pequeñas acciones físicas y una furia contenida, que cuando explota, es completamente apabullante, para sus enemigos como para el público. Con escenas que permanecerán semanas en la mente del público, esta cinta se mueve entre lo hipnótico y lo sorprendente.

Calificación: * * * * */5